¿Por qué cuándo hablamos de cirugía estética facial debemos considerar como un todo los tejidos blandos y los tejidos duros de la cara?
En realidad lo importante es considerar la cara como una estructura tridimensional, la cual viene determinada por tres prominencias principales: nasofrontal, malares y ángulos mandibulares.
Tanto los tejidos blandos como los duros cambian a lo largo de los años. En cuanto a los tejidos blandos, en la juventud son más tersos y voluminosos. Sin embargo, con los años éstos se atrofian, pierden volumen y se "descuelgan". Los tejidos duros, por otro lado, tienden a mantenerse en el tiempo, aunque los maxilares se modelan dependiendo del uso que les demos y de su calidad: por ejemplo, el edentulismo o falta de dientes conlleva atrofia ósea maxilar y, contrariamente, el bruxismo conlleva acentuación de los ángulos goníacos.
¿Con qué cirugía maxilofacial sueles combinar otros procedimientos estéticos?
Entendemos que la región facial es el espejo del alma, y la primera impresión en cualquier contacto social. Así pues, cualquier procedimiento realizado en el área facial debe ser considerado de forma estética. La cirugía maxilofacial se asocia, por lo tanto, también a tratamientos estéticos, ya sean explícitos como la blefaroplastia o la rinoplastia o implícitos como la cirugía reconstructiva.
Estrictamente hablando de procedimientos quirúrgicos, existen muchas cirugías que requieren de estética facial: la cirugía ortognática, la cirugía de rejuvenecimiento facial, el perfeccionamiento de la sonrisa, o las cirugías reconstructivas y resectivas entre otras.
¿Por qué los tejidos blandos son estructuras tan complejas?
Los tejidos blandos son diferentes en cada persona y varían en función de varios factores como la alimentación, el consumo de tabaco, de alcohol, la exposición solar o la genética. Además, éstos cambian a medida que el paciente va envejeciendo.
Todas estas variables deben tenerse en cuenta al evaluar y abordar la estética facial de cada paciente y hacerlo siempre de forma individualizada. El comportamiento de los tejidos blandos es distinto al del resto de estructuras faciales, razón por la cual debemos tratarlos especialmente, sin olvidar que no dejan de formar parte de un todo que es la cara.
