¿Qué relación existe entre el placer y la cirugía estética facial?

¿Por qué cuando miramos un rostro bonito sentimos placer?

Parece ser que un mecanismo inconsciente del cerebro provoca que las personas nos deleitemos en la observación de una cara bonita. Este descubrimiento neuronal nos plantea dudas como las siguientes: ¿existen patrones innatos en el reconocimiento facial? ¿coincidimos cuando valoramos una cara bonita? ¿influye la genética en la valoración del atractivo físico?

La neuropsicóloga Olga Chelnokova ha descubierto y corroborado científicamente ciertos aspectos sobre el reconocimiento facial que responden a algunas de nuestras preguntas: “somos curiosos respecto a los rostros de los demás” “leemos historias en esos rostros” “nuestra atención se centra en los ojos” “una cara agraciada nos produce placer y ello viene dado por el sistema de recompensa del cerebro”.  

El placer, un nuevo parámetro de análisis facial

En muchas ocasiones hemos hablado sobre la objetividad y subjetividad de la belleza. Pues en este último estudio donde intervienen neurólogos y psicólogos se sigue insistiendo en que ambos patrones -objetivo/subjetivo- están siempre presentes en la apreciación de un rostro agraciado.

Está claro que existen ciertas características objetivas para describir la belleza, pero se admite también que no se sabe mucho acerca de cómo determinadas experiencias individuales pueden afectar lo que una persona ve, ya que esa interrelación subjetiva entre sentimientos, experiencia y respuesta, es muy difícil de capturar, comparar y analizar. Se coincide al seleccionar una cara bonita pero no se sabe con exactitud qué es lo que lleva al sujeto a apuntar en esa dirección. Lo que es lo mismo, la belleza es universal y particular a la vez.

Sin embargo, el valor añadido de esta investigación se basa en la relación del reconocimiento facial y el placer: mirar belleza provoca placer, observar un rostro bonito aumenta las ganas de seguir mirándolo. Todo ello, nos lleva a uno de nuestros temas predilectos, el valor de “lo bello o bonito” en la estructura facial. Una cara bonita es aquella que guarda cierto equilibrio y armonía entre todos los rasgos.

Los misterios de un mundo fascinante

Por este motivo, en el Instituto Maxilofacial nos alegramos de saber que la belleza es recompensada neurológicamente por placer lo que nos lleva a reafirmar la misma conclusión de siempre: la ciencia PUEDE (tenemos evidencia clínica de patrones objetivos que definen la belleza y ahora también indicadores neuronales que nos la señalan) y NO PUEDE (no se sabe mucho acerca de cómo determinadas experiencias individuales pueden afectar lo que una persona ve, ya que esa interrelación subjetiva entre sentimientos, experiencia y respuesta, es muy difícil de capturar, comparar y analizar) decirnos lo que es bonito.

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