La Dra. Adaia Valls nos comenta una noticia sobre los traumatismos maxilofaciales en verano.
Los traumatismos faciales secundarios en accidentes de tráfico o deportivos frecuentemente se asocian con traumatismos craneoencefálicos y lesiones cervicales.
Los accidentes de tráfico de alta energía conllevan a menudo fracturas panfaciales (de varios huesos de la cara). Sin embargo, en los impactos de menos energía la nariz suele ser la estructura más afectada seguida de los maxilares. A pesar de que las fracturas faciales sean solventadas mediante tratamiento quirúrgico o conservador, pueden quedar defectos funcionales.
Además, normalmente los impactos producen lesiones en los tejidos blandos que dejan cicatrices y defectos no estéticos.
Por esta razón, antes de realizar cualquier actividad de riesgo, es conveniente valorar el uso de casco, cinturón de seguridad, protectores bucales o gafas de protección.