La Dra. Adaia Valls nos comenta una interesante noticia sobre cómo la respiración en los niños afecta al desarrollo maxilofacial.
Efectivamente, la respiración bucal en el niño puede ser consecuencia de las siguientes causas:
- Obstrucciones funcionales: hipertrofia de amígdalas y adenoides, rinitis alérgicas, desviación del tabique nasal, hipertrofia de cornetes, atresia de coanas, pólipos, tumores.
- Mal hábito respiratorio: pacientes que en algún momento tuvieron algún factor obstructivo presente que condicionó este tipo de respiración, y después el paciente la mantuvo a pesar de haber desaparecido la causa obstructiva inicial.
- Hiperlaxitud ligamentosa: la mandíbula inferior tiende a caer, lo que favorece una respiración bucal.
Es importante detectar estos pacientes, ya que la mala respiración favorece un rendimiento cognitivo deficiente. Estos niños normalmente presentarán un crecimiento anómalo del complejo maxilofacial y alteraciones de la oclusión.
Los rasgos faciales típicos son los siguientes: cara estrecha y larga (tercio facial inferior) con posición más enderezada de la cabeza y piel pálida, hipodesarrollo de los huesos propios de la nariz y narinas estrechas del lado de la deficiencia respiratoria, mejillas flácidas, ojeras profundas, ojos caídos, boca abierta con incompetencia labial, hipertrofia del músculo borla del mentón, labio superior corto e incompetente, labio inferior grueso y evertido, labios agrietados, resecos y con presencia de fisuras en las comisuras.