Existen lesiones maxilofaciales que requieren la atención inmediata de un cirujano. Una de las más frecuentes son los traumatismos faciales que deben intervenirse, exceptuando los de carácter leve, a las pocas horas de producirse. La Dra. Adaia Valls, cirujana maxilofacial del Instituto Maxilofacial, nos habla hoy de este tipo de lesiones…
¿Qué clases de traumatismos faciales estáis acostumbrados a tratar en el Instituto Maxilofacial?
En el Instituto tratamos cualquier traumatismo facial: desde una simple fractura dentoalveolar (hueso alrededor del diente), hasta fracturas panfaciales (múltiples fracturas de los huesos de la cara).
Dependiendo de las características de cada fractura y paciente, decidimos la mejor opción terapéutica, ya sea conservadora o quirúrgica.
¿Cuál es el protocolo habitual que aplicáis a los pacientes que os visitan con algún tipo de fractura o lesión en la cara?
Los pacientes que acuden al Instituto para descartar o estudiar una posible fractura facial son visitados por un especialista en cirugía maxilofacial.
Después de una anamnesis y exploración física detalladas, normalmente se procede a realizar un TAC facial, la mejor prueba para evaluar los huesos de la cara. Además, teniendo en cuenta que la estructura facial es tridimensional, el examen radiológico que realizamos es también en 3D. En el Instituto Maxilofacial hemos introducido un software especial que procesa las pruebas radiológicas del paciente en tres dimensiones. El programa, además de aislar el traumatismo facial para poder estudiarlo a la perfección, permite realizar mediciones y reconstrucciones virtuales con precisión milimétrica. Con ello, incrementamos la comodidad y seguridad del paciente y garantizamos el éxito de los resultados.
Explica alguna de las técnicas que consideres más novedosas y efectivas para el tratamiento de los traumatismos faciales.
Las imágenes radiográficas en 3D permiten tanto diagnosticar traumatismos faciales como planificar una eventual cirugía. Como he comentado, existen diferentes softwares que nos sirven para planificar virtualmente las cirugías. De este modo, podemos predecir las dificultades quirúrgicas y los resultados finales. Además, si conectamos nuestra planificación quirúrgica a un sistema de navegación intraoperatoria, éste nos va a permitir averiguar intraoperatoriamente que los resultados quirúrgicos sean los que habíamos planificado.
Sin embargo, a pesar de las últimas innovaciones tecnológicas, lo más prometedor es lo siguiente. En el Instituto Maxilofacial hemos creado una base de datos de registros faciales: se trata de obtener de cada paciente unos registros faciales de sus tejidos óseos y blandos. Así, los pacientes con riesgo potencial de sufrir una fractura facial, ya tienen un registro que permite a los cirujanos conocer cómo era su estructura facial previamente al accidente. Esto implica planificar virtualmente la cirugía de forma más rigurosa y exacta, navegar de forma más precisa durante la cirugía y, finalmente, obtener mejores resultados.
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