Se define como trasplante autógeno de dientes, o autotrasplante, al traslado de un diente de su alveolo (cavidad que aloja a un diente) a un alveolo post-extracción o alveolo preparado quirúrgicamente en la misma persona.
Los autotrasplantes dentales se pueden clasificar en 3 grupos:
- Autotrasplante convencional: movimiento quirúrgico de un diente de un sitio a otro en el mismo paciente.
- Autotrasplante intraalveolar: movimiento quirúrgico de un diente dentro de su mismo alveolo, especialmente útil en malas posiciones importantes.
- Reimplantación intencional: se utiliza para resolver un problema endodóntico que no puede solucionarse por métodos convencionales
Las situaciones más habituales y con mayor probabilidad de éxito se encuentran al tratar con pacientes de edades entre los 17 y 25 años, (ya que la capacidad regenerativa de las células del ligamento periodontal es mayor mientras más joven es el diente, y con los años, se pierde dicha capacidad) y con dientes sanos, retenidos o no, cuyas raíces no estén completamente formadas.
Las técnicas más usadas son: la transferencia de terceros molares a la zona de los primeros molares y premolares como sustitutos de los dientes incisivos.
La curación completa del tejido periodontal ocurre tras 8 semanas después de la intervención y las tasas de éxito de esta técnica alcanzan hasta un 90% después de 3 a 5 años de seguimiento. Y esta cifra va en aumento, ya que la supervivencia de los dientes autotrasplantados sigue mejorando gracias a los avances en la comprensión de la cicatrización ósea, periodontal y pulpar.
En Instituto Maxilofacial apostamos por las tecnologías autólogas siempre que es posible, ya que, al estar basados en los propios tejidos del paciente, estos tratamientos eliminan la posibilidad de rechazo y presentan un proceso de curación mucho más rápido que con otros tratamientos.
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