Conocidas también como facetas dentales, las carillas dentales son básicamente unas láminas cosméticas muy delgadas que cubren la parte visible del diente. Su función es principalmente estética, y permiten corregir:
- Dientes rotos
- Dientes separados
- Dientes pequeños o grandes
- Dientes mal posicionados
- Problemas de coloración (tinciones, dientes amarillos o machados, etc.)
En cuanto a los materiales, el Composite es una mezcla de resinas compuestas biocompatibles con las que podemos imitar el aspecto de un diente natural y cuyas propiedades, tanto físicas, como funcionales, son muy parecidas a las del propio esmalte de los dientes. La porcelana o cerámica, por otro lado, puede presentar un aspecto aún más natural, y es un material más duro y resistente, que se mantiene por más tiempo que los composites.
Características de las carillas de porcelana vs. composite:
Aunque las carillas dentales pueden ser utilizadas en casi cualquier paciente, existen casos donde no se recomiendan, por ejemplo cuando el paciente es bruxista o presenta un apiñamiento severo de los dientes. Su especialista podrá valorar cada caso y hacer las recomendaciones necesarias tanto para su colocación como para su buen mantenimiento.