Las glándulas parótidas son uno de los tres tipos principales de glándulas salivales en el cuerpo, y se ubican a los lados de la cara, justo delante de la oreja. Estas glándulas (junto a las glándulas sublinguales y submaxilares) desempeñan una función muy importante: la creación de saliva, que a su vez ayuda a la digestión, lubrica la boca e inhibe las caries dentales.
Como todas las glándulas de nuestro cuerpo, las glándulas salivares pueden padecer procesos inflamatorios, infecciosos, o incluso desarrollar tumores (aunque benignos en el 80% de los casos). Las infecciones y los cálculos en las glándulas parótidas pueden requerir tratamiento, y la inflamación de las glándulas parótidas puede proporcionar pistas importantes sobre la presencia de otras condiciones médicas a tener en cuenta.
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Algunos indicadores de posibles problemas con la glándula parótida son:
• Hinchazón
• Sensibilidad
• Enrojecimiento
• Dolor
• Aparición de un bulto
• Parálisis facial
Dado que el tratamiento de la mayoría de las tumoraciones parotídeas es la cirugía, es muy importante tener en cuenta que la glándula parótida se encuentra en una posición extremadamente delicada, ya que está atravesada por los nervios facial y auriculotemporal, por lo que se debe ser muy cuidadoso a la hora de elegir un cirujano para tratar este área.
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Los profesionales del Instituto Maxilofacial han desarrollado, a lo largo de los años, distintas técnicas mínimamente invasivas para minimizar los riesgos de este tipo de intervención, y potenciar un resultado más estético.
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Vídeo: La Dra. Adaia Valls, Cirujana Maxilofacial, nos habla de tumores de parótida
