Aproximadamente entre un 25 y 30% de la población presenta un grado variable de desarmonía facial, y la mitad de esos casos serían eventualmente candidatos a someterse a una cirugía ortognática.
Tradicionalmente, en la época en que los procedimientos quirúrgicos eran muy traumáticos, por lo que sólo los casos muy extremos se intervenían, sin embargo, en los últimos años, las intervenciones de las deformidades faciales son cada vez menos invasivas, e incluso casos malformativos leves se someten a tratamiento de cirugía ortognática con relaciones riesgo/beneficio favorables. Por este motivo, en muy pocos años, el número de casos que han sido tratados con este tipo de cirugía ha aumentado considerablemente y con resultados óptimos para los pacientes.
Pero, ¿cómo puedo saber si necesito una cirugía ortognática?
El equipo de cirujanos maxilofaciales del Instituto Maxilofacial ha establecido 5 pautas orientativas para que vosotros mismos podáis identificar si sois o no candidatos de una cirugía ortognática:
1. Mis dientes no ocluyen bien (por ejemplo, mis dientes mandibulares están más adelantados que mis dientes maxilares).
2. Los huesos de mi cara están desproporcionados (por ejemplo, tengo una mandíbula muy grande o un maxilar muy estrecho).
3. Mi cara no es simétrica (por ejemplo, tengo el mentón desviado).
4. Mis dientes están desgastados y sufro problemas articulares por dificultad para la masticación.
5. No respiro bien por la nariz, o sufro apnea obstructiva del sueño.
Si te has identificado con uno o más de los puntos anteriores, no dudes en consultarnos para obtener un diagnóstico de nuestros especialistas. Recuerda que la cirugía ortognática puede mejorar tu imagen, pero sobre todo puede mejorar en gran medida tu calidad de vida y evitar problemas futuros.