La cirugía ortofacial tiene un doble objetivo: conseguir una mejoría funcional del complejo maxilo-mandibular, y al mismo tiempo, una mejora a nivel estético del rostro del paciente, pero, ¿qué tipo de cambios podemos esperar en nuestro rostro después de este tipo de cirugía?
La respuesta depende del tipo de cirugía al que te sometas: ya sea una cirugía del maxilar, de la mandíbula, o una cirugía bimaxilar (tanto maxilar como mandíbula).
Vamos por partes:
- Con un avance mandibular conseguimos un mayor soporte a nivel de los tejidos blandos y por lo tanto más definición de la mandíbula, además de una disminución de la piel colgante bajo el mentón (debido al estiramiento de la misma).
- Con la rotación mandibular, la longitud del rostro puede variar: puede verse más o menos alargado.
- Por su parte, un centrado mandibular ayudará a armonizar al rostro en casos de asimetría facial.
En cuanto al maxilar, existen muchas variaciones de movimientos con diferentes resultados:
- Una impactación (acortamiento) maxilar acortará la distancia entre la boca y la nariz, es por eso que este movimiento se utiliza para corregir la sonrisa gingival en muchos casos.
- Un descenso maxilar tendrá el efecto contrario. Su utiliza principalmente en casos de cara corta para dar más longitud al rostro.
- Un avance y rotación antihoraria maxilar se utiliza principalmente en casos de hipoplasia maxilar (rostro plano) y produce el efecto de un rostro más relleno en el tercio medio. Además de ello, al adelantar el maxilar, se reduce la distancia entre éste y la punta de la nariz, dando la apariencia de una nariz más pequeña, aunque ésta no se haya tocado en la cirugía, también los labios se verán más rellenos.
- Una segmentación del maxilar se utiliza principalmente para cerrar una mordida abierta, o corregir asimetrías y conseguir un perfil más equilibrado.
Hay que tener en cuenta también que en la mayoría de casos en los que se moviliza el maxilar, se produce una proyección de la punta de la nariz, que puede corregirse durante la misma cirugía si no es beneficiosa para el resultado estético del paciente.
Por último, los movimientos maxilares también suelen producir un ensanchamiento de las narinas, pero en nuestro centro, gracias a una técnica diseñada y publicada por el Prof. Hernandez Alfaro y su equipo de investigación, se realiza una sutura especial (cincha nasal) que hace que la forma de la nariz no cambie en modo alguno.
El cirujano maxilofacial especializado en cirugía ortofacial planificará teniendo en cuenta el conjunto del rostro, por lo que es muy posible que proponga procedimientos auxiliares para lograr una mayor armonía del rostro, como mentoplastia, rinoplastia, lifting o rellenos faciales, a realizarse durante la misma cirugía para lograr resultados estéticos óptimos, siendo los dos primeros los más comunes. Así, dependiendo del plan quirúrgico de nuestro especialista, podemos combinar los distintos movimientos listados arriba para hacernos una idea aproximada del tipo de cambio que podemos esperar en nuestro rostro, siempre teniendo en cuenta que los músculos y tejidos blandos son diferentes en cada persona, por lo que los resultados son muy variables de caso a caso.
Contenido relacionado:
Expectativas en cirugía ortognática: cómo evitar una decepción